Muchos ciudadanos piensan que las próximas elecciones europeas del 7 de junio no son importantes. La Unión Europea se ve como algo lejano, tanto de las preocupaciones ciudadanas como de las soluciones que desde Bruselas pudieran aportarse a diferentes problemáticas, desde el ámbito laboral al medio ambiental.
Si bien es cierto que el aparato burocrático de la UE, la lentitud de los procesos y la aprobación de medidas impopulares, como el intento de aprobar la ley de la 65 horas de trabajo semanales provocan indiferencia cuando no rechazo hacia Europa, es indiscutible que muchas de las medidas que se adoptan tanto en el Parlamento de Estrasburgo como en el de Bruselas acaban teniendo un impacto directo en el día a día de muchos ciudadanos. Por ejemplo gracias a los fondos de cohesión, España ha podido mejorar su sistema sanitario y educativo.
También se toman decisiones que pueden favorecer a pequeños colectivos de personas. El pasado mes de abril, un miembro de la Agrupación Socialista de Pelayos tuvo la oportunidad de asistir a un pleno de la Comisión de Quejas del Parlamento Europeo y puede dar fe de la importancia de los debates que allí tienen lugar. Por ejemplo, se trató la queja de unos trabajadores italianos que habían trabajado expuestos al amianto y que llevan luchando más de 10 años para que el Gobierno italiano pagara indemnizaciones a las familias de los trabajadores que fallecieron por esta exposición y que cargara con los enormes gastos sanitarios de los que aún viven, pero gravemente enfermos. El asunto no es menor, han muerto hasta ahora más de 100 trabajadores y varios centenares están afectados. Como se muestra, la Unión Europea ha sido un medio de conseguir que el Gobierno italiano asuma sus responsabilidades por la negligencia y delación que tuvo, manteniendo expuestos al amianto a un gran número de trabajadores.
Por supuesto, también se trataron quejas de ciudadanos españoles, como la de una plataforma cántabra contra una carretera ilegal que atraviesa una zona protegida ambientalmente y con gran patrimonio artístico o la petición de ayuda de otros ciudadanos que pagaron sus casas en unos terrenos y que después un juez las declaró ilegales y se procedió a su demolición, sin pagar nada a los ciudadanos que se quedaron sin dinero y sin casa. Una situación humanamente trágica.
Este periódico ha tenido conocimiento de la queja de la ONG "Globalízate" que ha acudido a esta Comisión para denunciar la situación ambiental del arroyo del Molino de la Presa a su paso por Pelayos de la Presa. La comisión decidió investigar el asunto al atravesar el arroyo una zona LIC (Lugar de Interés Comunitario) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por la que la UE subvenciona a muchos ayuntamientos de la zona. Se decidió hacerlo así porque los comisionarios pensaron que se estaban incumpliendo la directiva de residuos de la Ley Hábitat. En resumen, se han puesto los cimientos para que deje de haber vertidos en la zona y los ciudadanos que viven cerca del arroyo mejoren su calidad de vida con la desaparición de los residuos, los olores y la biodiversidad pueda volver al arroyo (no olvidemos que el arroyo vierte sus aguas en el embalse de Picadas).
Otro ejemplo de como las medidas que adopta la UE afectan directamente a los ciudadanos es la propuesta que se ha planteado para prohibir fumar en lugares públicos como restaurantes o bares, cosa que ya ocurre en países como Irlanda e Italia. Desafortunadamente, la Comunidad de Madrid ha hecho todo lo posible para no cumplir la todavía mejorable ley del tabaco del Gobierno. Ahora, puede ser Europa la que mejore la salud de muchos ciudadanos poniendo más difícil el hábito de fumar en cualquier parte. Una situación que afecta de manera directa a la salud de las personas.
vez que hemos intentado mostrar que la zona suroeste de Madrid no está lejos del corazón de Europa, es necesario recalcar que tan importante como ir a votar es que papeleta escoger en el colegio electoral. En el caso de la directiva de las 65 horas de trabajo semanales, fueron los votos de los partido de izquierda los que consiguieron que no saliera adelante dicha directiva. En el caso de los trabajadores italianos todos los grupos votaron a favor de los trabajadores. En el caso de la carretera ilegal de Cantabria todos votaron a favor de la petición contra la carretera, aunque la izquierda fuera más coherente que la derecha porque Carlos Iturgaiz del PP pidió a la Comisión más contundencia contra las carreteras ilegales y sin embargo, Mayor Oreja criticó al PSOE por llevar el tema de la M-501 a Europa a sabiendas de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la había declarado ilegal y que el asunto está ahora en manos del Tribunal Superior de Justicia Europeo. Hacer Europa es usar las instituciones de la Unión Europea y salvaguardar sus directivas.
Como conclusión se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que las elecciones del próximo 7 de junio son más importantes de lo que a primera vista pudiera parecer y en segundo lugar, que votar una opción de izquierdas es el mejor medio de garantizar y mejorar los derechos de los ciudadanos.
Publicado en La Almenara
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